Cuando Adán desobedeció a Dios le dijo: “Al escuchar tu voz en el jardín tuve miedo y me escondí porque estaba desnudo“. Dios le preguntó: ¿y quién te ha enseñado que estabas desnudo? (Génesis. 3:10-11).
Si me permites hacer esta misma pregunta,
¿Quién te enseñó eso?
¿Quién te enseñó que Dios no se preocupa por tu salud?
¿Quién te dijo que a Dios no le importan tus finanzas?
¿Quién dijo que a Dios no le importa quién será tu pareja?
¿Quién te susurra todas esas mentiras?
Y hay preguntas más profundas cuando ya pasas de ser niño o niña en la fe y Dios te está enseñando a ponerlo a él por encima de la prosperidad financiera, una relación de noviazgo, matrimonio; momentos en donde Dios te dice ¿en qué confías más, en tus medios o los míos? Pues a veces tenemos los medios para actuar pero Dios desaprueba que actuemos.
La gente que nos rodea, y Satanás, con frecuencia nos dicen cosas que son opuestas a la palabra del Señor. Por esta razón Jesús en el desierto siempre usó la palabra de verdad, diciendo: “Escrito está...”. (Mateo 4:1-11).
Te motivo hoy a que recuerdes, escrito está:
que Él siempre estará con nosotros (Mateo 20:28).
que no te afanes por nada, sino ora y su paz guardará tu mente y corazón (Filipenses 4:6-7).
en este mundo tendrás aflicción, pero confía porque él ha vencido al mundo (Juan 16:33).
nada nos separará del amor del Señor (Romanos 8:35-39);
y escrito está: su poder se manifiesta en nuestra debilidad (2 Corintios 12:9).
Si alguien te dice algo contrario a ésto, dile: “Escrito está…”
Nos vemos en la próxima entrega con: Dios y María.
Autor
YUNIOR REYES
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